La pereza me ha vencido, y por goleada. Ahora que ya puedo pedalear y nadar, resulta que mi cuerpo se ha vuelto perezoso. He tenido tiempo de entrenar, pero me han faltado las ganas físicas, que no mentales. Es algo dificil de explicar pero ha sido tal y como he dicho, mi cabeza decia que si, pero el cuerpo dijo que no.
Al final solo dos sesiones de natación para sumar un total de 3500 metros.
El jueves entrené con la gente del club y pude ver la cruda realidad, no tengo fondo, notengo ritmo, no tengo nada, me hundia en la piscina y no era capaz de seguirles el ritmo.
En principio esto me desmoralizó un montón, pero unos dias después me he dado cuenta que ahora este es mi reto, que tengo que tener paciencia y constancia y todo llegará.
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